Como cada mes de noviembre, siguiendo la piadosa tradición cristiana de recordar en este mes a los difuntos, la Virgen de la Soledad ha sido ataviada de luto para presidir los cultos en memoria de aquellos hermanos que nos precedieron. Como cada mes de noviembre se celebraran eucaristías en sufragio de las almas de los hermanos fallecidos de nuestras hermandades. Esta hermosa costumbre de recordar en este mes a nuestros ancestros, es signo de la arraigada costumbre en nuestra tierra desde hace unos años, de ataviar así a las Dolorosas durante noviembre, mes de recogimiento y oraciones especiales para quienes ya no están con nosotros.
Fotos: David Rodriguez






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