REGRESO DEL NAZARENO POR FCO. JOSÉ CABELLO (Enviado por Jose León Cubero)
(Texto Diario de Córdoba)
Tras la ceremonia religiosa en la Catedral, la imagen de Jesús Nazareno, junto a las reliquias del padre Cristóbal, volvió a la iglesia del centro que lleva su nombre el pasado día 8 de Abril.
(Texto Diario de Córdoba)
De inédita se puede calificar la procesión de regreso de la imagen de Jesús Nazareno hasta su templo. Inédita por los cientos de personas que llenaban el Patio de los Naranjos para ver cruzar el paso del Señor, que en la radiante mañana regresaba de la mano de su cofradía con la inmensa alegría de ver beatificado al padre Cristóbal de Santa Catalina, que fue consiliario de la corporación....
También fue inédito el cortejo que lo acompañó, donde en unas sencillas parihuelas fue portada el arca donde se conserban los restos del padre Cristóbal, con el único adorno de unas jarras con girasoles. Asimismo se pudieron ver representantes de la Agrupación de Cofradías, distintas hermandades de gloria y penitencia de la ciudad, así como algunas hermandades de Jesús Nazareno de la provincia además de una representación de la centuria romana del Nazareno de Pozoblanco y Castro del Río.
No menos inédito fue el caminar del Señor a los sones de la banda de cornetas y tambores Caído--Fuensanta, que acompañaron al cortejo hasta San Andrés, lugar donde fueron reemplazados por la banda de música de la Esperanza, impregnando el dulce caminar de Jesús Nazareno de cierta melancolía. En este momento, y para bordar el instante, hubiese hecho falta la noche, hubo demasiada luz para contemplar al Nazareno. Sea como fuere el caso es que Jesús Nazareno llegó triunfante a las puertas del Hospital, que gracias a su cofradía pudo fundar el padre Cristóbal. Allí le esperaban los ancianos que sin poderselo reprimir dieron un tímido aplauso cuando el paso del Señor se levantó ante ellos.
Incidente "indignante"
También fue inédito y sin precedente el momento en el que el autobús turístico se coló literalmente por el cortejo, insistiendo en que tenía que seguir con su recorrido "y si el paso tenía que retroceder que lo hiciera". Así, con gran indignación lo narraban distintos cofrades.
Por lo demás fue una procesión para recordar, tanto la de ida como la de vuelta, dejándonos inéditas imágenes para el recuerdo en un día grande para la historia religiosa de la ciudad, escrita en esta ocasión por un hombre bueno y generoso, el padre Cristóbal, unido para siempre a la majestuosa figura de Jesús Nazareno.