| La Archicofradía de la Pasión, al anochecer de cada Martes Santo se dispone a realizar su particular Via Crucis Penitencial Foto:SMCE |
Hay tal riqueza sentimental en nuestra Semana Santa, que difícilmente puede lograrse la conjunción de todas sus emociones en una sola sensibilidad. Aún todos nosotros, somos un poco forasteros de toda otra hermandad que no sea la nuestra. Lo más que puede alcanzarse es la sensación aproximada, fugitiva e incierta de la mayoría de ellas. Cada Cofradía tiene su misterio eterno, absoluto, ligado a la luz, a la vida, al aire y al sentimiento de su barrio, de su calle, de su cielo. Y hay, por ello, tantas sensaciones absolutas y distintas, como calles y corazones tiene nuestro pueblo.
La Archicofradía de la Pasión- por ejemplo- al anochecer de cada Martes Santo se dispone a realizar su particular Via Crucis por calles y barrios, por los que no pasa ninguna otra procesión.
SMCE.
La Archicofradía de la Pasión- por ejemplo- al anochecer de cada Martes Santo se dispone a realizar su particular Via Crucis por calles y barrios, por los que no pasa ninguna otra procesión.
SMCE.