En una época de agitación social, revueltas y cambios de gobierno, las cofradías sufrieron una importante recesión tras la bonanza de principios del siglo XX.
"Las elecciones celebradas el domingo me revelan claramente que no tengo hoy el amor de mi pueblo". Con estas palabras se despedía de España el rey Alfonso XIII tras las elecciones celebradas el domingo 12 de abril de 1931, en las que salieron ganadoras en 41 capitales de provincia las fuerzas opositoras a la Corona. El monarca dejaba el Gobierno dos días después, dando paso a la II República, un periodo histórico que se extendió hasta 1936 y que supuso una clara recesión para las hermandades y cofradías de muchas partes de España. Se puede decir que hubo un antes y un después a estos cinco años y pocos meses.
Con la llegada del nuevo régimen las hermandades y cofradías se ven abocadas a una época de clara recesión y muchas sombras. Hay una importante crisis económica mundial, inestabilidad social, conflictividad laboral e incertidumbre ante el futuro. "La difícil situación lastra, de manera muy considerable, la vida interna de muchas cofradías que existían. Hay una merma importante en el número de hermanos.
Muy pronto comienzan los primeros ataques a los sentimientos religiosos. Fruto de estas actuaciones comienza un primer periodo de ocultación de imágenes.Ante los ataques y la incertidumbre generalizada, las cofradías empiezan a adoptar medidas de autoprotección. Las que no lo hicieron se vieron de esta manera:




Comentarios
Publicar un comentario