Crean una nueva estructura que se puede adaptar a los cambios de manto
El capirote es de cartón y el pollero es fijo. La primera ya dejó de ser una verdad absoluta y la segunda podría esperar un poco más, pero ya empieza a tener excepciones, y nacieron en Córdoba. El cofrade Fernando Morillo-Velarde ha diseñado un nuevo modelo para la estructura que sostiene los mantos en los pasos de Virgen, que se caracteriza por ser regulable y por ofrecer distintas opciones para su colocación, de forma que podría variar cada año y ofrecer un aspecto diferente.
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| La Esperanza Macarena, con el manto de tisú sobre el Pollero Articulado Regulable |
Pollero Articulado Regulable (PAR) es el nombre de este hallazgo, que se puso de largo con una cofradía más que emblemática: la Macarena. Desde el pasado año, la Virgen de la Esperanza lleva uno de estos polleros, que en su caso permitió que la imagen tuviese la misma estructura para sus tres mantos el año pasado: el camaronero en Semana Santa, el de tisú en la procesión de ida del aniversario y el de la coronación en la vuelta. Lo llevó a cabo el taller de Sucesores de Diego Sánchez Zabala de la Puebla del Río.
Con la forma
Esta estructura, generalmente de hierro, se caracteriza por regular laaltura y longitud por medio de patas y tirantes telescópicas metálicas. Lo hace con piezas maestras ajustadas en torno que permiten ensamblar las diferentes tuberías. Articulaciones, bisagras y tornapuntas hacen posible mover los elementos del pollero para colocarlo del modo que se desee. «Antes, el manto se adaptaba a la forma fija del pollero, ahora el pollero se adapta a la forma y caída natural del manto», afirma el cofrade.
Otra novedad está en la cola del manto, que sobresale de la parihuela, y que antes se resolvía con una tubería fija y plana con forma perimetral. El nuevo Pollero Articulado Regulable incluye una cola armada conchapas metálicas que alternan la forma convexa en las situadas sobre el lomo de las tirantas y la forma cóncava en las chapas que sirven de enlace en los interespacios de las anteriores. En el caso de la Macarena era lógico, pero, ¿qué ocurría con las imágenes, la mayoría, que sólo tienen un manto? «Que permite cambiar la forma de colocación del manto de un año para otro, igual que se cambian las flores, el tocado o la composición de la candelería», argumenta Fernando Morillo-Velarde, que además recuerda cómo cualquier modificación en el manto implica también la necesidad de un pollero nuevo, si tenía una estructura cerrada.
Es decir, si la hermandad cambia de peana, si la Virgen modifica la postura, el pollero se adapta a las nuevas circunstancias. Eso sí, obliga a suprimir la viga de la parte trasera de la parihuela, para dar una mayor caída. «Así se aprovecha el hueco para alojarla sin impedimento alguno a los canalones del manto en toda su profundidad. Eso aumenta la elegancia y la naturalidad», argumenta. Fernando Morillo-Velarde destaca la versatilidad de esta instalación, a pesar de que, como dice, «no tiene demanda, porque no hay ningún grupo de fuerza que lo pida, ni los costaleros ni siquiera los vestidores», que por lo general se preocupan sobre todo por las vistas. «Es más versátil, tiene más posibilidades y requiere también más trabajo», afirma, aunque también augura que «algún día todos se harán así».
Extraído de ABC

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