El verdadero cofrade no lo es solamente el día de la salida penitencial de sus Sagrados Titulares; sin embargo, es una realidad que vemos cada año, cómo muchos hermanos de nuestras cofradías parecen serlo por un día, por una semana o, en el mejor de los casos, durante el periodo de Cuaresma.
En este punto también podemos mencionar a quienes se olvidan de las cofradías cuando dejan de ejercer un cargo directivo en la misma. Tampoco es infrecuente cofrades que se muestran muy activos durante los mandatos en cargos de responsabilidad y que, una vez relevados, se hacen invisibles o directamente desaparecen.
Nadie debe confundir una cofradía como un escaparate para alcanzar popularidad, influencia o sentirse importante.
SMCE
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