Una cosa que desde hace mucho tiempo aprendieron las Hermandades sevillanas es la interrelación, es decir a tener relaciones de todo tipo y forma entre las diferentes hermandades no solo del entorno más próximo, entiéndase la misma ciudad sino con otras de la provincia y de otros lugares más lejanos. Esta interrelación existe en los dos sentidos ya que la iniciativa de comenzarlas a veces viene de afuera.
Las relaciones que entablan las diferentes hermandades y cofradías son de diverso contenido y significado, pero siempre son fructíferas. En un primer momento podemos decir que existieron las “comerciales”, por aquello de la compra y venta de enseres, o los numerosos intercambios o préstamos de estos mismos. Pero también existen otras de contenido más espiritual como es la creación de la Confraternidad de Hermandades de la Veracruz, de la Esperanza Macarena, de imágenes de Jesús Nazareno, de hermandades soleanas etc.
Una vez establecido el origen de estas relaciones podemos afirmar que una vez avanzan en el tiempo siempre son enriquecedoras y estrechas por multitud de detalles, es cierto que casi siempre las hermandades de la capital han sido las pioneras, las que han estado a la vanguardia a la hora de hacer cosas y proponer actividades, pero esa dinámica está cambiando, ahora muchas hermandades de la capital se fijan en cosas realizadas por las de los pueblos y las imitan. No solamente para alcanzar más recursos económicos de tipo extraordinario sino para dinamizar la vida de hermandad y conseguir una mayor participación de los hermanos en las actividades organizadas por cada cofradía, cosa que en los pueblos existe en mayor medida debido a la proximidad y cercanía en la convivencia de los interesados. Existen numerosos ejemplos de lo comentado, por ejemplo la Hermandad del Santo Entierro de Lora del Río organizó un buen día en su pueblo lo de las migas, eso mismo se hace ahora en Sevilla en colaboración con la Hermandad de los Negritos que gracias a ello han estrechado sus vínculos. La Veracruz de Alcalá del Río creó una residencia para ancianos, en Sevilla hay muchas hermandades que costean la residencia a otros ancianos necesitados y así un sinfín de cosas que la mayoría de las veces quedan en el anonimato del gran público.
Es decir que aquellas entidades que se encierran en si mismas porque piensan que son tradicionales y perfectas se equivocan, todo el mundo tiene mucho que aprender de otros, el inmovilismo no conduce nada más que al ostracismo, ya conocemos la famosa frase “ renovarse o morir”, hay que vivir y actuar con arreglo a nuestros tiempos dentro de una óptica cristiana, osea la del Concilio Vaticano II, no la del Concilio de Trento que de todo hay en la viña del Señor.
Escrito por Alfonso García para el Blog Cofrades de Daimiel.
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