| Típico costalero con patillas Foto: elmundodelastrabajaderas.blogspot.com. |
Yo creo que la fotografía digital ha supuesto un avance maravilloso, pero que también ha traído alguna que otra cosa negativa. Hace unos años hacías un carrete de 36 y te costaba revelarlo la friolera de dos mil pesetas, las cámaras eran caras y como mucho te llevabas la que te habían regalado en la primera comunión. Ahora parece que regalan las Canon.
La pasada semana santa entramos en cuatro o cinco templos, pues te puedo decir que costaba acercarse a las imágenes porque estaban rodeadas por fotógrafos, con sus trípodes desplegados y sus macutos llenos de chismes. Daba la impresión de que estaban esperando por si el cristo les guiñaba un ojo, porque aquel despliegue no podía tener otra explicación.
En el Convento de San Antonio de Padua, donde entramos para ver el Buen Fin, tenían rodeadas las imágenes, y era hasta un poco bochornoso. Uno de los fotógrafos, buscando el ángulo perfecto, no tuvo problemas en meter las patas del trípode entre las flores de la decoración: ¡que le den al prioste, yo quiero mi foto!».
Y en algunas capillas la gente se lo pasa bomba haciendo fotos con el fondo musical de las marchas cofradieras en vez de los greatest hits del gregoriano, en su modalidad deantífonas de invitatorio: privilegios de que aquello sea de la hermandad y no de los curas.