Fotos: Daimiel Noticias
Daimiel Noticias.- A pesar de que durante todo el sábado las nubes han estado presentes en la localidad, los capuchinos salían puntuales de la puerta del sol de la Parroquia de Santa María La Mayor a las 20:00 horas. Sin embargo, una hora y media después, una ligera lluvia ha irrumpido a su paso por la Plaza de España con la calle General Espartero, por lo que la hermandad ha tenido que suspender la procesión y regresar rápidamente a la Iglesia de Santa María La Mayor, donde el paso de su titular ha sido introducido con celeridad para evitar posibles daños.
El fotógrafo Juan Moya ha publicado varias fotos en las que podéis ver imágenes del momento en el que la procesión de María Desolada queda rota por la lluvia, y se vuelve para el templo.
La Cofradía de María Desolada se vio obligada a suspender su desfile procesional cuando se encontraba en la Plaza de España con la calle General Espartero debido a un repentina lluvia, que motivó que volvieran con celeridad a la iglesia y seguir celebrando dentro del templo su Estación de Penitencia.
La lluvia interrumpe la procesión de ‘Los Capuchinos’
Cuando el desfile procesional se encontraba en el tercer dolor, una ligera lluvia ha irrumpido a su paso por la Plaza de España con la calle General Espartero, en torno a las 21:30 horas, por lo que la Cofradía de María Desolada, Hermandad Provincial del Silencio, se ha visto obligada a suspender su Estación de Penitencia y volver rápidamente a la Iglesia de Santa María La Mayor.
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| Foto: SMCE |
A continuación, el consiliario de la hermandad, Valentín Sánchez Rojas, informaba a los presentes que iban a continuar con la lectura de los cuatro dolores restantes dentro del templo. De este modo, la Banda Municipal de Música interpretaba la marcha “Cristo de la Buena Muerte” para que el paso que da nombre a esta marcha avanzara por el pasillo central de la iglesia, portado por seis hermanos capuchinos, y así, posicionarse al frente del altar para dar comienzo a la lectura de los dolores.
El acto se ha desarrollado en actitud de recogimiento en el interior de la iglesia hasta cerca de las 23:00 horas, donde la música de la banda municipal se ha intercalado entre la lectura de cada dolor. Allí se han podido ver rostros de desilusión y tristeza, e incluso alguna que otra lágrima, por lo acontecido entre los hermanos de la cofradía. Un hecho fatídico el que apareciera la lluvia durante el desfile procesional, ya que la talla de María Desolada, realizada por José Rabasa en 1952, ha sido restaurada durante los últimos siete meses para recuperar su policromía y reparar daños en la cara y los dedos en el taller sevillano de Esperanza Fernández Cañero, aunque aparentemente no se apreciaban daños en la imagen.
Texto: Daimiel Noticias
Texto: Daimiel Noticias
Video del regreso apresurado de la Virgen ante la lluvia que le sorprendió a la
salida de la Plaza

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