Procesion Virgen de la Paz, Daimiel 2013
Foto: SMCE
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"Al tío de los globos"
A ti globo cofradiero, de gas sutilmente relleno y que surcas de colores las tardes de Semana Santa y demás procesiones.
A ti globo cofradiero, de gas sutilmente relleno y que surcas de colores las tardes de Semana Santa y demás procesiones.
Eres la atención suprema, cuando te elevas en volandas aferrado por una cuerda que una mano inocente se encarga de pasear.
Cuantos cofrades han pensado crucificarte en el “Gólgota” de sus deseos, cuando te has colocado “inocentemente” delante de un paso.
Eres golondrina que junto con las torrijas, querido globo cofrade, pregonas nuestra Semana Santa de la más colorida manera.
Junto con el ramillete de globos que te acompaña, guardas el sabor de un gremio de “globeros”, cuyo reto es llevar a la gala la “Kitty” o el “Mickey” de turno sacas en nosotros cofrades, la guasa más cofradiera al observar al “supermán” que destaca entre las orejas del ya reconocido “Pato Donald”
Eres el terror de la cámara del fotógrafo, que se empeña en que nuestro querido japonés “Doraemon” no aparezca verdeando detras del cualquier paso.
Formas parte de nuestras plazas y calles, siendo parte de la idiosincrasia del lugar.
Eres centro de atención y motivo de la exclamación del cofrade cuando vuelas sin control por el azul del cielo hacia quien sabe qué lugar.
Globo en el cielo, igual a niño lleno de rabia y humillado ante las leyes de la física de Newton, maldiciendo la gravedad que lo ha dejado plantado.
Y es que en Semana Santa, debe de primar la igualdad de oportunidades para así, poder incluirte en nuestro Programa Oficial:
“La Borriquilla: Iglesia de San Pedro: 200 nazarenos aprox. 40 minutos de paso. 100 globos de gas distribuidos en dos ramilletes por la Plaza. Estrenos: Faldón delantero y una decena de Pocoyós de gas….”
Con lo único que me quedo de ti, es con la sonrisa de ese niño que se esconde bajo la cuerda que te sujeta, y que vale mucho más que el estorbo que puedas causar.
Eres una de las joyas de nuestra Semana Santa.
Quizás Zaqueo no te conocía por aquella Jerusalén. De haberte conocido, no hubiese dudado ni un momento en recibir al Señor con un colorido ramillete de Globos antes que aferrado a una palmera.
Espero seguir viéndote como particular insignia, abriendo o cerrando el cortejo, porque eres parte de nuestra Semana Santa y llevas a gala la ilusión infantil, que al fin y al cabo es el futuro legado de nuestra Semana Mayor.