El nuevo siglo ha traido la explosión total del estilo Hiperrealista, escultoricamente hablando, en nuestras cofradías.
¿Cual es vuestra opinión al respecto? ¿Creen que el nuevo estilo hace que las imagenes pierdan la sacralidad y la unción religiosa?
Dos ejemplos de escultura Hiperrealista...
Autor: Romero Zafra
Autora: Ana Rey
Jesus despojado de Cadiz
Una imagen se diferencia de una escultura en que la primera representa a la divinidad y tiene una función sacra, que no es otra que bien la de rendirle culto, y una función didáctica, que es la de enseñar las verdades de la fe al fiel y provocar en el mismo una emoción que lo ponga en contacto con el mismo Dios.
Dicho ésto, se entiende que la imagen debe representar una realidad idealizada, es decir ha de ser bella (entendiendo por belleza lo que en cada momento de la historia del arte se considera por tal, los cánones varían), ha de mover a la oración, y debe tener ante todo lo que Hernández Díaz llamaba unción, es decir, que la gente vea en la misma a la Divinidad reflejada.
Desde muy antiguo y sobre todo en el barroco la Iglesia se preocupó de que las imágenes tuvieran calidad y esa unción que le comento, habiendo por ello un tribunal que se dedicaba a que las misma tuvieran "decor" y estableciéndose en diversos tratados cómo han de representarse correctamente (le recomiendo que le eche un vistazo a "Arte de la Pintura", de Francisco Pacheco).
Una imagen a la que se le va a rendir culto no puede ser hiperrealista, porque entonces ya no está reflejando la divinidad de Cristo, sino que se queda en una escultura en la que vemos un hombre lacerado.
Te pongo un caso: Esas esculturas en las que se representan esos Cristos rudos porque se dice que era un hombre de campo, o esas vírgenes morenas con caras de moras porque las quieren hacer judías...
No, eso no es así, una imagen de Cristo debe ser bello puesto que la belleza exterior de Jesús representa la de su alma, debe ser joven, porque al no tener pecado no conoce la corrupción de la carne, debe tener expresión mansa, o incluso triste, porque nos habla de su obediencia a Dios asi como su condición de hombre.
El hiperrealismo de la escultura actual venido de Córdoba, sobre todo con Romero Zafra ha roto estos cánones que son propios de la escultura sacra. Una imagen de Cristo no es un modelo que ha salido de un gimnasio para ser Crucificado, ni la magdalena una niña de pasarela, ni la Virgen bien una actriz de telenovela mexicana o una vieja llorosa.
Compara por ejemplo al Cachorro de Triana o al Ecce Homo de Gregorio Fernández de Valladolid, con esculturas que representan a hombres de complexión fuertes, de facciones bellísimas, elegantes, expresiones mansas, tristes, que provocan gran emoción en el fiel porque en promer lugar pueden sentirse solidarios con Cristo, que comparte con el hombre algo tan humano como es el dolor, pero que al mismo tiempo es un Dios. Pero no son los chulos de gimnasio que últimamente se ven crucificados.
Pero comparar una imagen Barroca, con una Hiperrealista es un craso error. Al igual que no podemos comparar una imagen gótica con una renacentista...
Está claro que para "gustos... los colores"...
JUAN MANUEL MIÑARRO.